jueves, 29 de mayo de 2014

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Al celebrar, el 8 de marzo, del Día Internacional de la Mujer y del progreso que hemos logrado en la realización de los derechos de las mujeres alrededor del mundo, no debemos perder de vista que la discriminación directa e indirecta contra las mujeres persiste de manera generalizada, en la ley y en la práctica, alrededor del mundo. La protesta pública y los encabezados tienden a concentrarse en casos atroces de mutilación genital femenina, penalización de víctimas de violación, esclavitud sexual y tratos degradantes de todo tipo. Sin embargo, es la discriminación de "baja intensidad", frecuentemente permitida por la ley, la que condena a millones de mujeres a la pobreza y al sufrimiento diario. Excepto por alguna crítica esporádica y casi ritual, estas condiciones persistentes continúan en la vida cotidiana de una mujer. No es de sorprender que la mayoría de las reservas de los Estados se relacionen con el control de la vida privada de las mujeres. Un aspecto clave de la sumisión legal de la mujer en muchos países es la limitación en su habilidad de poseer o administrar propiedades, y la falta de títulos de propiedad, incluyendo los derechos de sucesión tras el divorcio o la muerte de familiares. Ni con las demandas que son realizadas por las mujeres de asesinatos, vilencias, insultos, discriminación, etc. Son suficientes papa poder combatir con la vida anterior que mantenía la mujer; sin acceso a la información, sin libertad de expresión y entre tantas cosas más. ¿A que nos referimos con el día internacional de la mujer? Que podemos celebrar si no somos libres de violencia, libres de llevar una vida sana y lejos de humillaciones?

miércoles, 2 de abril de 2014

Ser mujer del siglo XXI implica descubrir lo que eres, cómo eres y saber que todo eso se proyecta. 

La mujer del siglo XXI tiene ante sí más posibilidades que nunca. No hace tanto tiempo y parece una eternidad pasaba de depender del padre al marido, eran muy pocas las que accedían a carreras universitarias y la inmensa mayoría dejaba de trabajar en cuanto se casaba. 

Nuestras madres más mayores necesitaban el permiso del marido para abrir una cuenta corriente, salir al extranjero o sacarse el carnet de conducir. Todo eso ya es historia. Ahora, tenemos estudios y decidimos solitas cuál será nuestra profesión, si viviremos o no en pareja, si tendremos hijos y hasta nos divertimos más… Llevamos años ganándonos a pulso que se nos respete como personas y se nos valore como profesionales. 

La mujer ahora debe relacionarse con chicos conocidos, amigos y familiares, que no sean machistas: ahí se podrá ver lo mucho que hemos avanzado. Pero, generalizando, sí que parece que las mujeres tenemos asumido que los temas de familia son cosa nuestra.